Enciclopedia
Virtual de las Serpientes
La Fosa Facial
o
Loreal
y la Fosa Labial
La fosa
facial situada al lado de la cabeza, de algunos Viperidae, subfamilia Crotalinae,
consiste en una excavación del hueso maxilar y su profundidad es de varios
milímetros. La cavidad está dividida en dos partes por un tabique
membranoso muy fino, inervado y vascularizado. Las ramificaciones nerviosas
que llegan a las fosetas loreales proceden, especialmente del nervio trigémino.
Es mayor que la ventana nasal. Se halla a los lados de la cara, entre las fosas
nasales y el ojo, por lo tanto en la región de los "lores"
y de ahí que a veces se la conozca con el nombre de fosa loreal.
La membrana situada al fondo de la fosa externa cierra una cavidad interna,
la cual está conectada con el aire exterior por medio de una pequeña
abertura que se encuentra por debajo del borde de la escama preocular inferior.
Toda esa estructura está contenida en una gran excavación del
hueso maxilar. Ambas superficies de esta membrana están cubiertas por
un delgado epitelio escamoso queratinizado. Han observado que aquella membrana
está conectada a numerosas terminales nerviosas.
Durante más de doscientos años la función de la fosa había
sido objeto de especulaciones descabelladas, entre las que se encuentran las
teorías que servía como órgano del olfato, o del oído,
o para la detección de vibraciones aéreas de baja frecuencia,
o finalmente, que producía cierta secreción. Ya en 1892 se había
observado que una Víbora de cascabel "Crotalus" se excitaba
mucho cuando se acercaba a ella un fósforo encendido. Luego, guiados
por una observación anterior, que las fosas de los labios superiores
de los Boidae son sensibles al calor, dieron cuenta de numerosos experimentos
efectuados con lámparas cubiertas que hacían mover delante de
la Víbora de cascabel cuyos otros órganos sensoriales habían
sido bloqueados, pues se habían obturado las fosas nasales, cubierto
los ojos y cortado la lengua. A pesar de ello, las víboras se lanzaron
exactamente contra las lámparas, con lo que se demostró que las
fosas servían para ayudar a localizar las presas de sangre caliente.
Estos estudios han sido extendidos y confirmados por experimentos posteriores,
que permiten afirmar que la fosa facial es verdaderamente un "sexto sentido",
una ayuda especialmente útil para serpientes que matan las presas de
sangre caliente por medio del veneno inyectado en un ataque repentino, y tanto
más necesaria ya que estas serpientes son de hábitos crepusculares
y nocturnos. Su función fisiológica fue establecida a partir del
año 1937, gracias a los importantes trabajos de Noble, Schmidt y seguidores.
Los hoyuelos (o fosetas) situados alrededor de la boca de Boinae y Pythoninae,
actúan como receptores de infrarrojos especializados. Su localización,
número de fosetas y disposición varían con el género.
Son depresiones cutáneas muy inervadas que las presentan sobre las escamas
labiales. Su función es percibir estímulos de calor que pueden
ser de tan sólo 0.2ºC, por lo que pueden localizar a una presa situada
en la oscuridad.
Los Pythoninae poseen 13 pares de hendiduras labiales pero los terminales sensoriales
se encuentran cubiertas por un epitelio disminuyendo la efectividad a comparación
de los crotálidos. En algunos Boinae, "Boa constrictor" este
sistema está compuesto por solo unas escamas receptoras de rayos infrarojos.
Fosa loreal (Viperidae) Fosa
labial (Boidae)
COLABORE
PARA MEJORAR LA PÁGINA.
ENVÍE DESCRIPCIONES DE SERPIENTES.
ESCANEE O FOTOGRAFÍE ARTÍCULOS SOBRE LAS DIFERENTES ESPECIES.
RECUERDE ENVIAR TAMBIÉN INFORMACIÓN SOBRE LA BIBLIOGRAFÍA
UTILIZADA.
contacto